AYAHUASCA

Etimológicamente, ayahuasca, es una palabra quechua que significa: Aya = Muerte o Espíritu, y Huasca = Soga o Liana. Se traduce como: soga de los muertos, bejuco del alma, enredadera de las almas, o liana que nos lleva al mundo de los dioses. Esta noción etimológica, sincroniza perfectamente con el concepto de plantas enteógenas, que algunos especialistas contemporáneos de este tema, utilizan para hacer referencia a las substancias que tienen la capacidad de hacer vivir a Dios dentro de uno mismo.
Muy vinculada a la noción de Planta Sagrada, encontramos la concepción de ayahuasca como Planta Maestra, que en rigor, no es exagerada ni supersticiosa, dado que realmente la experiencia con ayahuasca produce la cosecha de una sabiduría personal. El estado de consciencia extraordinaria que produce la ayahuasca, es fuente de revelación, inspiración, o toma de consciencia. La ayahuasca produce un despertar de consciencia, una iniciación espiritual, evolución o desarrollo personal.
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